22nd Apr 2025
Era una mañana brillante en la clase de los 23 niños. "¡Hoy vamos al circo!" gritó Lucas mientras saltaba de alegría. Todos estaban emocionados al escuchar que lanzarían un circo mágico en su escuela. Con ojos grandes y sonrisas enormes, se dirigieron al parque donde un gran cartel decía: "Bienvenidos al Circo Mágico".
Los años pasaron volando mientras los niños aprendían trucos y actuaciones. Un día, Sofía gritó: "¡Mira lo que puedo hacer!" Hizo un giro impresionante en el aire, y todos aplaudieron. Cada año, el circo les enseñó sobre la amistad, la valentía y la magia de los sueños. Aunque su tiempo juntos terminó, siempre llevarían en sus corazones la magia de sus días en el circo.
Un día, mientras los niños se preparaban para su gran actuación final, el director del circo les dijo: 'Hoy es un día especial. Tenemos una sorpresa para ustedes'. Los niños se miraron emocionados mientras se preguntaban qué podría ser. De repente, apareció un mago con un sombrero alto y una capa brillante. Él les enseñó un truco secreto que solo los verdaderos amigos del circo podían aprender. Fue un momento mágico que nunca olvidarían.
Con el tiempo, los niños crecieron y cada uno siguió su camino. Pero siempre recordaron los días felices en el circo y las lecciones importantes que aprendieron allí. Lucas, que amaba los malabares, se convirtió en un gran artista de circo. Sofía, con su habilidad para girar y saltar, siguió bailando y compartiendo su alegría por todo el mundo. Todos ellos sabían que no importaba dónde estuvieran, siempre llevarían la magia del circo en sus corazones.
Un día, muchos años después, se reunieron de nuevo bajo la misma carpa mágica, ahora más vieja pero llena de recuerdos. Compartieron historias, risas y sueños de niños hechos realidad. El Circo Mágico de Tres Años había sembrado semillas de amistad y valor, y desde entonces, sus corazones habían florecido con amor y gratitud. Así comprendieron que la verdadera magia del circo siempre había sido la conexión especial que tenían entre ellos.