8th Jun 2025
Lucas se despertó una mañana con una gran idea. "¡Quiero volar!" exclamó emocionado. Miró por la ventana y vio un pájaro amarillo volando alto. "¡Quiero ser como él!" dijo Lucas. Con una antigua camiseta y una capa hecha de una cortina, salió al patio. Su amigo Pedro lo miró y dijo: "Lucas, ¿de verdad crees que puedes volar?" Lucas sonrió y respondió: "¡Voy a intentarlo!"
Lucas se subió a una pequeña colina y corrió con todo su poder. Con sus brazos abiertos, gritó: "¡Soy un pájaro!" Pero, por supuesto, no voló. Sin embargo, se cayó en un arbusto y se rió. "¡Eso fue divertido!", gritó Lucas. Pedro se unió a él y juntos comenzaron a imaginar aventuras en el cielo. "Podemos ser astronautas en una nave espacial o aventureros en un globo!" dijo Pedro.
Mientras descansaban en el césped, Lucas miró las nubes y tuvo otra idea brillante. "¡Podemos construir un avión de papel gigante!" exclamó. Pedro aplaudió emocionado y juntos buscaron cartones y papel en el garaje. Con mucho entusiasmo y cinta adhesiva, construyeron un gran avión que parecía casi real. "¡Está listo para volar!" dijo Pedro con orgullo.
Empujaron el avión hasta la colina, y Lucas se sentó dentro, listo para su gran aventura. "¡Despegue!" gritó Lucas mientras Pedro empujaba el avión colina abajo. Aunque no volaron alto en el cielo, el avión se deslizó suavemente y ambos rieron a carcajadas, sintiendo el viento en sus caras. "¡Somos pilotos de verdad!" decía Lucas, lleno de alegría.
Al final del día, cuando el sol comenzaba a ocultarse, Lucas y Pedro se recostaron en el césped, cansados pero felices. "Hoy volamos en nuestra imaginación, y fue increíble", dijo Pedro. Lucas sonrió y agregó, "Sí, y mañana, ¡quién sabe a dónde más nos llevará nuestra imaginación!" Con sueños de nuevas aventuras, ambos amigos regresaron a casa, esperando con ansias el próximo día.
