30th Apr 2025
Zamy la caracol se despertó una mañana y dijo: "¡Hoy será un gran día!" María la ardilla y Rosa la mariposa la escucharon. "¿A dónde vamos, Zamy?" preguntó María con emoción. "Vamos a la colina arcoíris", respondió Zamy. Las tres amigas comenzaron su aventura riendo y cantando por el camino, emocionadas por todo lo que iban a ver.
Cuando llegaron a la colina arcoíris, el paisaje era hermoso. "¡Miren todos esos colores!" exclamó Rosa, revoloteando. Zamy, lenta pero segura, subió por el camino. "¡Vamos a jugar en la hierba suave!" dijo María, saltando con alegría. Juntas, se divirtieron explorando, creando recuerdos llenos de risas y felicidad.
Después de un rato, las amigas encontraron un pequeño lago lleno de nenúfares. "¡Vamos a ver qué hay en el agua!" propuso Rosa, mientras sus coloridas alas brillaban al sol. Zamy asintió y, con cuidado, se acercó al borde. María, siempre curiosa, observó a los peces que nadaban felices, y dijo: "¡Miren, parece que también están jugando!". Todas rieron al ver cómo los peces formaban burbujas que subían a la superficie.
Al caer la tarde, el sol comenzó a esconderse detrás de la colina, pintando el cielo de tonos naranjas y rosados. "Es hora de volver a casa", sugirió Zamy, aunque su corazón estaba lleno de recuerdos hermosos del día. Rosa revoloteó sobre sus amigas, creando un suave ruido con sus alas, mientras María recogía unas cuantas bellotas para el camino de regreso. "Nos llevamos un pedacito de la colina arcoíris con nosotras", dijo María sonriendo.
Cuando llegaron de nuevo al bosque, las tres amigas se despidieron con un abrazo. "Hoy fue un día inolvidable", dijo Rosa, mirando a Zamy y María con cariño. "Y mañana podremos vivir otra aventura", añadió Zamy, satisfecho. Con corazones llenos de alegría, cada una regresó a su hogar, soñando con las maravillas que aún estaban por descubrir.