5th May 2025
Emiliano era un niño feliz. "¡Nuci, ven aquí!" gritó. Nuci, su perrita juguetona, saltó y movió la cola. A Emiliano le encantaban los videojuegos, pero también le gustaba jugar con Nuci. Juntos, decidieron explorar el patio de su casa. "¡Vamos a encontrar tesoros!" dijo Emiliano emocionado.
En el patio, Emiliano y Nuci encontraron muchos juguetes. Había una caja con pelotas, un frisbee y hasta un cohete de plástico. "¡Mira lo que hay aquí!" exclamó Emiliano. Nuci ladró feliz y corrió tras el frisbee. Emiliano lanzó el cohete al aire y ambos rieron mientras corrían y jugaban. Al final del día, Emiliano comprendió que la verdadera diversión estaba con su perrita en el patio.
De repente, Emiliano vio algo brillante en la esquina del patio. "¡Mira, Nuci!" dijo señalando. Era una pequeña llave dorada. "¿Qué abrirá esta llave?" se preguntó mientras la recogía. Nuci olfateó con curiosidad y movió la cola, como si también quisiera saber el misterio.
Emiliano y Nuci comenzaron a buscar qué podría abrir la llave. Cerca del árbol viejo, descubrieron una pequeña puerta escondida entre las hojas. "¡Esta puerta no estaba aquí antes!" exclamó Emiliano maravillado. Con manos temblorosas, giró la llave y la puerta se abrió lentamente, revelando un mundo lleno de luz y colores.
Dentro de la puerta, había un jardín mágico lleno de flores que cantaban y mariposas que brillaban como las estrellas. Emiliano y Nuci corrieron felices, explorando cada rincón. "¡Este es el mejor tesoro de todos!" dijo Emiliano riendo. Después de jugar, regresaron al patio, prometiendo volver a su nuevo mundo mágico siempre que quisieran más aventuras juntos.