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profesora paola

18th Jul 2025

Jesús y Sus Amigos

Era un hermoso día en la aldea donde vivía Jesús. Él jugaba con sus amigos: Pedro, Juan y María. "¿Quieren ir a la orilla del río?" preguntó Jesús con una sonrisa. "¡Sí!" exclamó Pedro, corriendo emocionado. Juan y María lo siguieron, riendo y saltando.

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En el río, se sentaron sobre las piedras y comenzaron a contar historias. Jesús dijo: "Dios siempre nos cuida y ama. Debemos compartir amor y bondad con todos". María asintió y agregó: "Sí, como cuando ayudamos a la gente del pueblo". Así, Jesús y sus amigos pasaron la tarde hablando de bondad y amistad.

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Mientras el sol comenzaba a descender y el cielo se pintaba de tonos anaranjados, Jesús propuso: "¿Por qué no hacemos algo especial para el pueblo mañana? Podemos recolectar fruta y repartirla a quienes lo necesiten". Pedro, entusiasmado, respondió: "¡Qué gran idea! Mi padre tiene un huerto, puedo traer algunas manzanas". Juan y María también ofrecieron su ayuda, emocionados por la oportunidad de mostrar amor a los demás.

Al día siguiente, los niños se reunieron temprano y comenzaron su misión. María cargaba una canasta llena de naranjas, mientras Pedro llevaba una bolsa de manzanas. Juntos, caminaron por la aldea repartiendo frutas, recibiendo sonrisas y agradecimientos de todos. La señora Marta, una anciana que vivía sola, les dijo con lágrimas en los ojos: "Gracias, pequeños, ustedes son un verdadero regalo".

Al final del día, Jesús y sus amigos se sentaron nuevamente junto al río, sintiendo una profunda felicidad. "Hoy hemos aprendido que el amor y la bondad siempre vuelven a nosotros", dijo Jesús, sonriendo a sus amigos. Exhaustos pero contentos, los niños miraron el cielo estrellado, sabiendo que juntos podían hacer del mundo un lugar mejor. "Siempre seremos amigos y siempre compartiremos amor", prometió María, sintiendo que aquel día había sido el comienzo de muchas más aventuras llenas de bondad.