2nd Jul 2025
Luciérnaga era una valiente luciérnaga que iluminaba el bosque oscuro. "¡Voy a encontrar el mar!", gritó con emoción mientras brillaba con fuerza. Sus amigos, los girasoles, movían sus pétalos dorados. "¡Sigue el camino de luz, Luciérnaga!", le dijeron felices.
Luciérnaga voló entre los girasoles, que se mecían al viento, y siguió el sendero que brillaba a lo lejos. "¿Veré olas que brillan como yo?", se preguntó. Finalmente, llegó a la costa, donde el mar cantaba y las olas brillaban bajo la luna. ¡Era un espectáculo mágico!
Luciérnaga se acercó al agua, fascinada por el reflejo de la luna danzando sobre el mar. "¡Es aún más hermoso de lo que imaginé!", exclamó con admiración. De repente, una suave brisa la elevó, y se encontró volando sobre las olas, como si fueran su alfombra mágica.
Mientras planeaba sobre el mar, Luciérnaga notó que las estrellas parecían más brillantes. "Tal vez están saludando", pensó alegre. Al bajar de nuevo a la playa, vio una pequeña caracola que resplandecía, como si estuviera hecha de luz, justo al borde del agua.
Luciérnaga comprendió que el viaje había sido tan mágico como el destino. Tomó la caracola como recuerdo de su aventura y volvió al bosque de girasoles, donde sus amigos la esperaban. "¡Cuenten conmigo, les contaré todo sobre el mar y las maravillas que vi!", prometió emocionada, feliz de compartir su historia.