12th Jul 2025
Hoy, mama y su hija, Ana, están en el jardín. "¡Mira, mamá!", dijo Ana, apuntando a las fresas rojas. "Son tan grandes y jugosas!". Mama sonrió y respondió, "¡Sí, cariño! Vamos a recogerlas juntas y hacer un delicioso postre!". Ana saltó de alegría y corrió hacia las plantas de fresas, llenando su canasta con las frutas.
Cuando regresaron a casa, mama lavó las fresas mientras Ana armaba un gran tazón. "¿Qué dulce haremos, mamá?", preguntó Ana emocionada. "Haremos un pastel de fresas con crema!", respondió mama con una sonrisa. Juntas, batieron la crema y decoraron el pastel con las fresas rojas. El aroma llenó la casa y Ana gritó: "¡Es el mejor día ever!".
Ana y su mamá decidieron invitar a su vecina, la señora Juana, a disfrutar del pastel con ellas. "¡Hola, señora Juana!", saludó Ana cuando abrió la puerta. "Hemos hecho un pastel de fresas. ¿Le gustaría probar un pedazo?". La señora Juana sonrió y dijo, "¡Por supuesto, Ana! ¡Huele maravilloso!".
Se sentaron todas en la mesa, y mamá cortó rebanadas para cada una. "¡Qué suave y dulce está!", exclamó la señora Juana después de su primer bocado. Ana se rió y dijo, "¡Las fresas del jardín son mágicas!". Mamá les sirvió un poco más de crema, y todas saborearon el delicioso postre juntas.
Cuando terminaron, Ana ayudó a recoger la mesa y dijo, "Mamá, me encanta hacer pasteles contigo". Mamá le dio un beso en la frente y respondió, "A mí también me encanta, mi amor. Siempre es divertido cuando lo hacemos juntas". Luego, fueron afuera a jugar en el jardín, donde las fresas seguían brillando bajo el sol del atardecer.