22nd May 2025
En un hermoso bosque lleno de colores, vivían Kaleb y su mamá Alo. "Mira, mamita!" exclamó Kaleb mientras señalaba a un grupo de mariposas monarca. "¡Son tan brillantes!" Alo sonrió y respondió: "Sí, hijo. Ellas son mágicas. Cada vez que vuelan, traen alegría y paz a nuestro hogar." El sol brillaba suavemente entre las hojas, y el aire olía a flores frescas. Las mariposas danzaban en el aire, haciendo que el bosque pareciera un sueño.
Un día, Kaleb decidió seguir a una de las mariposas más grandes. "¡Voy a atraparla!" dijo Kaleb emocionado. Alo lo miró con dulzura y le advirtió, "Recuerda, mi amor, no debemos tocarles, solo admirarlas." Kaleb asintió, pero su curiosidad lo llevó más profundo en el bosque. Pronto, encontró un claro lleno de luz y mariposas. Allí, se detuvo y observó, sintiendo que la magia del bosque lo rodeaba.