24th Dec 2024
Un copo de nieve pequeño y brillante voló alto en el cielo azul. "¡Mira cómo giro y salto!" dijo el copo felizmente. Viajó sobre los Alpes y vio el hermoso castillo de Neuschwanstein. "¡Qué bonito es!", pensó. El sol brillaba y hacía que los copos de nieve brillaran como estrellas en el cielo.
Después de su aventura, el copo llegó a Marienplatz en Munich. Allí, un gran árbol de Navidad esperaba para ser iluminado. "¡Estoy listo para brillar!", dijo el copo emocionado. Se posó sobre la cima del árbol, y al instante, ¡brilló como un diamante! Los niños gritaron de alegría: "¡Mira! ¡El árbol está vivo!". Todos se sintieron felices y el copo de nieve sabía que había traído alegría a todos.
Mientras el copo de nieve brillaba, la gente en la plaza comenzó a cantar villancicos. Las melodías se elevaron en el aire, mezclándose con el suave susurro del viento. "¡Qué hermoso es estar aquí!", pensó el copo, sintiéndose parte de la fiesta y la magia de la Navidad.
De repente, el copo de nieve escuchó a un pequeño niño que decía: "Deseo que esta felicidad dure para siempre". El copo, al escuchar el deseo, decidió dar un giro especial y lanzó un destello de luz que iluminó todo el cielo nocturno. Todos miraron asombrados, y el copo supo que su magia había tocado los corazones de todos los presentes.
Al final del día, mientras el sol se preparaba para dormir, el copo de nieve dejó suavemente su lugar en el árbol. "Es hora de seguir mi viaje", pensó, mientras flotaba otra vez hacia el cielo. Sabía que había esparcido alegría y que siempre sería recordado como el copo de nieve que hizo brillar el árbol de Navidad en Marienplatz.