28th Oct 2024
En un océano azul y brillante, vivía un pequeño pez llamado Nico. Nico soñaba con ser un superhéroe, con poderes mágicos y la capacidad de ayudar a sus amigos. Todos los días, nadaba por los arrecifes y miraba a su alrededor, imaginando grandes aventuras. A veces, se sentía pequeño y triste porque no tenía ningún poder especial.
Un día, mientras nadaba cerca de una roca, encontró a una estrella de mar mágica llamada Estrella. Ella tenía brazos de colores y una sonrisa que iluminaba el fondo del mar. "Nico, tú no necesitas superpoderes para ser un héroe", le dijo Estrella. "Lo que importa es ser amable y valiente".
Nico escuchó con atención y decidió intentar. Cuando vio a un pez más grande burlándose de un pez pequeño, nadó hacia ellos y les habló. "¡No está bien hacer eso!", dijo Nico. Con su valentía y amabilidad, el pez grande se sintió mal y decidió disculparse. Nico se sintió feliz por haber ayudado a su amigo.
A partir de ese día, Nico siguió ayudando a los demás. Ayudó a una tortuga a encontrar su camino, a un delfín a salir de una trampa y a un cangrejo a encontrar un hogar. Con cada acto de bondad, Nico se sentía más y más como un verdadero héroe. Se dio cuenta de que ser un héroe era ayudar y cuidar de los demás.
Cuando Estrella vio lo que Nico hacía, sonrió y le dijo: "¡Ya eres un superhéroe, Nico! No necesitas poderes mágicos cuando tienes un buen corazón!". Nico estaba tan feliz, y con sus amigos, celebraron su valentía y bondad en el mágico océano, donde todos vivieron felices.