28th Oct 2024
Había una vez un pequeño pato llamado Pepito. Pepito vivía en un estanque muy bonito, rodeado de flores y árboles altos. Un día, sintió curiosidad y decidió salir a explorar.
Pepito nadó y nadó, hasta llegar a un nuevo lugar. Allí encontró una ardilla llamada Sofía. Sofía era rápida y siempre saltaba de un árbol a otro. Pepito le dijo: "¡Hola! ¿Quieres jugar conmigo?"
Sofía sonrió y dijo: "¡Sí! Vamos a jugar a atrapar!" Pepito nunca había jugado a atrapar. Se divirtieron mucho corriendo y saltando entre los árboles.
Después de un rato, Pepito se encontró con un conejo llamado Toby. Toby tenía orejas largas y suaves. Le dijo: "Hola, Pepito. ¿Quieres unirte a nuestra carrera?" Pepito estaba muy emocionado.
Juntos, empezaron a correr. Pepito, Sofía y Toby reían y disfrutaban del aire fresco. Pepito nunca había tenido tantos amigos antes. Se sentía feliz y lleno de energía.
Después de la carrera, se detuvieron a descansar bajo un gran árbol. Sofía trajo nueces, y Toby trajo zanahorias. Pepito compartió pan que tenía en su mochila.
Mientras comían, Pepito dijo: "Gracias por ser mis amigos. Nunca pensé que explorar sería tan divertido!" Sofía y Toby sonrieron y le dijeron: "La amistad hace la aventura más especial."
Bailaron y cantaron canciones alegres. Pepito se dio cuenta de que no solo estaba aprendiendo sobre la amistad, sino también sobre lo hermoso que era tener amigos.
Al final del día, Pepito regresó a su estanque, cansado pero feliz. Sabía que siempre podría volver a jugar con Sofía y Toby.
Desde ese día, Pepito exploraba cada vez más, sabiendo que las mejores aventuras son las que compartimos con nuestros amigos.