28th Oct 2024
Érase una vez, en un cielo lleno de estrellas brillantes, una estrella traviesa llamada Lúmina. Lúmina era pequeña y dorada, y le encantaba jugar con las nubes y danzar con la luna. Un día, mientras jugaba, Lúmina se desvió demasiado y, ¡zas! Cayó del cielo y se estrelló en un bosque lleno de árboles altos y verdes.
Lúmina miró a su alrededor, confundida y asustada. No sabía cómo regresar al cielo. Justo entonces, conoció a un sabio búho llamado Sabio. Sabio le dijo: "No te preocupes, Lúmina. Te ayudaré a encontrar el camino de regreso. Pero primero, necesitamos pedir ayuda a los otros animales del bosque".
Lúmina y Sabio fueron en busca de sus amigos. Encontraron a una alegre ardilla llamada Saltarina. Saltarina movía su cola felizmente y dijo: "¡Claro! ¡Puede que tenga algo que nos ayude!" Luego, juntaron a más amigos: un conejo veloz, un ciervo elegante y un ratón curioso. Juntos, formaron un equipo para ayudar a Lúmina.
Cada uno de ellos compartió sus ideas. El conejo sugirió usar ramitas como escaleras, el ciervo propuso saltar muy alto, y el ratón pensó en construir un pequeño cohete. Lúmina sonrió, encantada con la creatividad de sus amigos. Con mucho esfuerzo y risas, trabajaron juntos para construir un cohete brillante hecho de hojas y flores.
Finalmente, la noche llegó y la luna iluminó el bosque. Lúmina se subió al cohete y sus amigos le gritaron: "¡Te iremos a visitar desde abajo!" Con un gran vuelo, el cohete subió y Lúmina regresó al cielo. Desde ese día, Lúmina brilló más que nunca y prometió nunca olvidar a sus amigos del bosque.