28th Oct 2024
Era un día soleado y las nubes blancas flotaban en el cielo azul. Un grupo de nubes decidió organizar una fiesta mágica. Le dieron la bienvenida a todos los sueños que hubieran creado. Los sueños eran brillantes y coloridos, llenos de risas y alegría. Una nube llamada Fluffy se encargó de las invitaciones, que volaron a cada rincón del mundo.
Cuando los sueños llegaron, la nube Fluffy les mostró el lugar de la fiesta. Era un campo de estrellas brillantes y arcoíris danzantes. Había música de los vientos que hacía a todos moverse. Las nubes comenzaron a girar y saltar, creando formas en el aire, mientras los sueños reían y compartían historias.
Una nube amiga, Puffy, llevó una gran canasta de algodón de azúcar. Curiosamente, el azúcar se convirtió en una dulce lluvia que caía sobre todos. Los sueños se llenaron de felicidad y comenzaron a hacer sus propias nubes de algodón. Algunos se pintaron de colores, mientras otros hicieron formas adorables como corazones y estrellas.
A medida que la fiesta avanzaba, una nube sabia, Nimbus, comenzó a contar cuentos de aventuras. Todos escucharon con atención, imaginando los barcos de papel surcando los mares de los sueños. Cada historia traía un nuevo brillo a los ojos de los sueños. Era como si el cielo estuviera vibrando de emoción y risas.
Finalmente, al caer la noche, las nubes despidieron a los sueños con un espectáculo de luces. Chispas de estrellas brillantes danzaron en el cielo, y los sueños, emocionados, prometieron volver a la próxima fiesta. Las nubes sonrieron y esparcieron gotas de alegría, sabiendo que habían compartido un momento mágico en el cielo.