7th Oct 2024
En un pueblo de tortugas, donde el sol brilla, hay una gran carrera, ¡qué maravilla! Todos los años, se reúnen sin cesar, para ver quién de todas las tortugas va a ganar.
Tres tortugas jóvenes, lentas y tímidas, se miran y dicen: '¡No hay que ser rápidas! Si practicamos juntos y no dejamos de andar, en esta carrera podemos destacar.'
La primera se llama Tula, con su caparazón verde, siempre cuenta historias de un mundo que se pierde. La segunda es Lona, de rayas coloridas, siempre hace reír con sus bromas divertidas.
La tercera es Pipa, siempre lista para el juego, tiene un corazón grande y es muy sincera. Ellas deciden juntas que van a correr, y un plan muy lindo comienzan a tejer.
Un día antes de la carrera, deciden practicar, trotan en el campo, ¡es el momento de actuar! Tula les dice: 'No importa la velocidad, lo importante es disfrutar, ¡esa es la verdad!'
El día de la carrera, el pueblo se reúne, pequeños y grandes, todos están en sus pieles. Las tortugas corren, despacio pero firmes, y poco a poco, avanzan sin que las detengan.
Las tortugas lentas siguen su caminata, mientras observan a otras, que corren y saltan. Pero Tula grita: 'No hay que desesperar, nuestra fuerza y amistad nos ayudarán.'
A la mitad del camino, las tortugas cansadas, ven que las rápidas personas están muy apenadas. Porque el que corre rápido también puede caer, y en esta vida hay que saber cuándo parar.
Finalmente, al llegar a la meta, la emoción no se siente. Las tortugas lentas llegaron, ¡no se crean! El premio del corazón, la amistad y el querer, han ganado su carrera porque han sabido aprender.
Así aprendieron Tula, Lona y Pipa, que no siempre la velocidad es la que nos inspira. A veces en la vida, lo importante es seguir, con amigos a tu lado, siempre hay que sonreír.