6th May 2025
Alfredo era un niño alegre que siempre jugaba con sus amigos en el parque. Un día, mientras jugaba, se sintió triste sin saber por qué. Sus amigos, curiosos, le preguntaron: "¿Alfredo, qué tienes?". Alfredo sólo bajó la cabeza y respondió: "No lo sé... simplemente me siento triste". Sus amigos lo miraron con preocupación y decidieron jugar juntos, pero nada parecía alegrar a Alfredo.
Decidió ir al bosque cercano para estar solo y reflexionar. Mientras caminaba entre los árboles, sintió una brisa suave. De repente, encontró una flor marchita. Alfredo se agachó y miró la flor con cuidado. Sintió compasión por ella. "No te preocupes, flor," dijo con ternura, "te cuidaré". Regó la flor con agua y le dio un poco de sol, esperando que sanara.