2nd Feb 2025
Era un día brillante en la escuela y los 25 amigos de la clase de cinco años estaban muy emocionados. "¡Vamos a aprender y a jugar!" gritó Mateo, un niño con cabello rizado y una camiseta azul brillante. Todos aplaudieron y dijeron juntos, "¡Sí! ¡Amigos siempre!" La maestra Rosa, que tenía un bigote divertido, sonrió al ver su alegría. Juntos, se sentaron en círculo y comenzaron a compartir historias sobre sus juguetes favoritos.
La clase completó una actividad divertida mientras cantaban y se reían. "¡Yo tengo un dinosaurio gigante!" dijo Ana, levantando su brazo. "¡Yo tengo un coche de carreras!" contestó Pablo. Todos los amigos se turnaron para contar sobre sus juguetes y al final, se dieron cuenta de que todos eran muy especiales. La maestra Rosa les dijo: "Con amigos, cada día es una aventura" y todos aplaudieron de nuevo, disfrutando de su cariño y amistad.
Después de compartir historias, la maestra Rosa dijo: "Ahora vamos a hacer un dibujo de nuestros juguetes favoritos juntos". Los amigos se apresuraron a buscar lápices de colores y hojas de papel. Mateo dibujó su dinosaurio verde junto a Ana, que estaba dibujando un coche rojo similar al de Pablo. Sus risas llenaban el aula, y la maestra Rosa observaba feliz cómo sus pequeños artistas trabajaban en equipo.
Cuando terminaron sus dibujos, todos mostraron orgullosos sus obras de arte. "¡Miren, mi dinosaurio está en una carrera con el coche de Ana!" exclamó Mateo, señalando las hojas llenas de colores. La maestra Rosa aplaudió y dijo: "¡Qué imaginación tan maravillosa tienen!" Todos los amigos se sintieron muy contentos de compartir sus creaciones y más unidos que nunca.
Finalmente, antes de que terminara el día, la maestra Rosa propuso un juego en el patio. "Juguemos al escondite," sugirió. Los 25 amigos salieron corriendo al patio con energía. Se escondieron detrás de los árboles y las bancas, riendo mientras jugaban. Al final del día, todos se abrazaron con la promesa de más aventuras juntos. "¡Hasta mañana, amigos siempre!" dijeron en coro, dejando la escuela con sonrisas brillantes y corazones llenos de alegría.
