4th Dec 2024
Había una vez tres cerditos, que se llamaban Lito, Mimo y Rocco. Ellos querían estar a salvo del lobo feroz. "¡Vamos a construir casas!" dijo Lito. "Yo haré la mía de paja, es rápido y fácil!" Mimo, un poco más pensativo, contestó: "Yo haré mi casa de madera, un poco más resistente." Rocco, el más trabajador, sonrió y dijo: "Yo construiré la mía de ladrillos, ¡será muy fuerte!"
Un día, el lobo feroz vino corriendo. Primero llegó a la casa de Lito, la de paja. "¡Soplo y soplo!" gritó el lobo, y la casa se derrumbó. Lito corrió a la casa de Mimo. Pero el lobo llegó ahí también. "¡Soplo y soplo!" volvió a gritar, y la casa de madera cayó. Pero cuando llegaron a casa de Rocco, el lobo sopló con toda su fuerza, y la casa de ladrillos no se movió. Entonces el lobo pensó en la chimenea, pero se quemó al intentar entrar y salió corriendo. Los cerditos celebraron: "¡Estamos a salvo!".
Después de aquel día tan emocionante, los cerditos decidieron que nunca más temerían al lobo feroz. "¡Tenemos que seguir juntos!" dijo Rocco con determinación. "Sí, juntos somos más fuertes", agregó Mimo, mientras abrazaba a sus hermanos. Lito, que había aprendido mucho, propuso construir un gran jardín para compartir. "Así podemos divertirnos mientras vigilamos por si el lobo vuelve", sugirió con una sonrisa.
Con el entusiasmo de todos, empezaron a trabajar en su nuevo proyecto. Rocco se encargó de construir una cerca fuerte alrededor del jardín, mientras Mimo plantaba flores de todos los colores. Lito, que ahora sabía la importancia de la paciencia, cuidaba de las plantas y las regaba cada día. Poco a poco, el jardín se convirtió en un lugar hermoso y seguro donde los tres cerditos jugaban y reían sin preocupaciones.
El lobo feroz, mientras tanto, había aprendido que los cerditos eran muy valientes e ingeniosos. Decidió irse a otra parte del bosque, donde no causaría más problemas. Los cerditos, felices de haber superado el peligro, se prometieron siempre trabajar unidos y protegerse mutuamente. Desde entonces, vivieron tranquilos y felices, disfrutando de su bella casa de ladrillos y su hermoso jardín.