3rd Jan 2025
En el bosque, había una niña especial. Se llamaba Zoe Poe. "¡Mira, mamá! Puedo volar como un pájaro", decía mientras levantaba los brazos. Ella vivía en una cueva suave y cómoda. Las flores brillaban y los árboles cantaban con el viento.
Un día, Zoe voló alto en el cielo. Vio la casa de un niño. "¡Hola! Soy Zoe Poe y puedo volar", gritó feliz. El niño, asombrado, dijo: "¡Eso es increíble! ¿Puedes llevarme contigo?" Zoe sonrió y juntos volaron entre las nubes.
Mientras volaban, Zoe y el niño, cuyo nombre era Lucas, vieron un arco iris que brillaba como nunca antes lo habían visto. "¡Es hermoso!", exclamó Lucas con los ojos muy abiertos. Zoe, fascinada, decidió volar más cerca, y juntos atravesaron los colores, sintiendo una lluvia de risas que burbujeaba a su alrededor.
De repente, se encontraron en un claro del bosque donde las mariposas bailaban a su alrededor. "¿Podemos aterrizar aquí?", preguntó Lucas, mirando las flores que se mecían suavemente. Zoe asintió, y con un suave descenso, ambos tocaron el suelo, rodeados de la fragancia dulce de las flores silvestres.
Al atardecer, el cielo comenzó a pintarse de tonos anaranjados y rosados. "Gracias, Zoe, nunca olvidaré esta aventura", dijo Lucas, sonriendo con gratitud. "Siempre podrás volar conmigo cuando quieras", respondió Zoe, sintiendo que había ganado un amigo especial. Juntos, prometieron explorar muchos más cielos y descubrir todos los secretos que el bosque aún guardaba.